Las horas cansadas de Benny, expresadas por el soporífero andar de las agujas de sus relojes.
Nadie sabe dónde vive, incluso si realmente vive.
Cuentan que durmió durante tres siglos y un día simplemente despertó.
Gamusino humano, los joyeros antiguos atribuían a Ben el retraso de los relojes.
Quizá sigue durmiendo, y el tiempo que vivimos hoy es mil veces más lento que décadas atrás.
¿No observaron el letargo otoñal de una rama mecida por el viento?
buena cerrajaaa
ResponderEliminarjaaaa
lo de dormir 3 siglos me hace acordar a mi ajajaj