lunes, 6 de septiembre de 2010

El equilibrista

-¿Cómo es que usted se anima a practicar esto desde semejante altura?

-Le cuento. Yo comencé a hacerlo desde apenas dos metros por encima del suelo. Primero tuve que aprender las técnicas y luego adquirí la práctica. Me he caído varias veces durante el período de aprendizaje, pero estaba lo suficientemente cerca del piso como para no lastimarme.

-¿Y no le resultaba aburrido?

-Pues sí, claro. Pero estaba aprendiendo. Mi maestro me decía que lo hiciera con pasión y dedicación cuando me observaba desanimado. Yo no le hacía mucho caso. Un día me desafió a atravesar la cuerda desde los diez metros y sin red protectora. Como me creí capaz de hacerlo, allá fui. Había comenzado bien, pero cuando me percaté lo lejos que estaba del suelo me inundó un miedo atroz. Sentí cómo el viento que soplaba allí arriba comenzaba a balancear la cuerda, perdí el equilibrio y me precipité a toda velocidad. El golpe fue muy fuerte. Por suerte sólo me fracturé una pierna.

-Me imagino que le habrá dolido mucho. ¿Cómo hizo para volver a la actividad?

-Sí que dolió. Me llevó más de un año de recuperación antes de poder practicar nuevamente. De todos modos ese tiempo me sirvió para reflexionar. Comprendí que el proceso de formación es más lento de lo que uno desea que fuera. Y cuando mi maestro consideró que ya no debía enseñarme más nada me dijo que, de todas formas, tenía que seguir aprendiendo cosas hasta el fin de mis días y que no dejara de exigirme continuamente. Me explicó también que, tanto en ésta disciplina como en la vida, hay que mantener el equilibrio, disfrutando de lo que se está haciendo a cada momento. Pero que sepa que cuanto más compleja sea la tarea a desarrollar mayor será la felicidad obtenida ante el cumplimiento de la misma. Así que aquí me tiene; haciendo equilibrio a trescientos metros de altura. Espero, algún día, llegar tan alto como para necesitar de un tubo de oxígeno a mis espaldas por la escasez del mismo en el aire…

-Gracias por el tiempo dedicado a la entrevista, espero que su mensaje le sea de utilidad a quien lo reciba.

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