miércoles, 24 de marzo de 2021

Embarazo Planificado

Esta es la historia de dos personas que se amaban mucho y que decidieron encargar la creación de una nueva criaturita humana.

Con mucha dedicación y ahínco, cada una por su cuenta, encaró la escritura de una carta de presentación y solicitud con destino a París. Pues allí se encuentra la sede mundial que autoriza, o no, la posibilidad de traer a este mundo una personita con nuestros genes.

Un día como cualquier otro, ambos se encontraban en sus respectivas casas y, al unísono, suenan los timbres. Cuando observan por la mirilla de la puerta no pueden evitar las lágrimas de emoción al ver que quienes están presentándose en sus hogares son esos robots tan característicos que todos conocen; y que se dedican a tomar las muestras para la procreación humana. Una vez conseguido por los robots el óvulo y los espermatozoides necesarios, partieron rumbo hacia otras casas a seguir tomando muestras antes de volver a la fábrica ubicada en París.

Automáticamente, tanto ella como él, corrieron a iniciar una videollamada para contarse lo sucedido y compartir sus emociones. Fue una hermosa charla. La mejor que habían tenido en años. Ahora debían esperar 9 meses para conocer a su hija o hijo por videollamada.