martes, 28 de septiembre de 2010

Henry I

La tarde se volvía noche, mientras el frío despedía a los últimos chispazos de luz.
En una habitación, Henry encendió el mechero con una cerilla, proyectando su sombra espectral contra la pared de la cabaña. Tenía un dejo de melancolía en sus ojos hacía unos cuantos meses; poco le importaba puesto que en el monte no había gentes ni espejos. Sólo el arroyo frugal y las ovejas; los impermeables álamos y la inmensidad de la noche.
El otoño entró sin golpear y acabó con él.

Humorada: "Danza"

Dorados los cabellos de Azucena
profundo su pesar
su novio la había dejado
bailaba y bailaba sin César

domingo, 26 de septiembre de 2010

Lapsodia (*)

En la indecisión de la tarde caminábamos por el costado del río. A lo lejos la reina vieja llevaba al príncipe niño tomado de la mano. Nos hablamos al oído buscando las respuestas a nuestras propias intrigas. Al pasar por nuestro lado, el rey ya anciano llevaba a la pequeña princesa, con sus sueños todavía puros.

(*) Basada en una historia real. Exagerar no es mentir.

viernes, 24 de septiembre de 2010

El fruto olvidado

Aquel árbol era capaz de dar las manzanas más exquisitas del mundo. Había nacido guacho, en la calle principal de un pequeño poblado. Así que casi todos los habitantes del lugar sabían de su existencia. Pero desconocían esa cualidad única que poseía.
Solamente algunos ancianos eran capaces de distinguir el período exacto de maduración del fruto. En cualquier otro momento que fuera arrancada del tallo, la manzana, sólo sería una más en el universo de las manzanas.
Aquellas personas de avanzada edad, conocedoras del secreto que guardaba dicho árbol, sentían la necesidad de comunicárselo a los demás. Puesto que para tener el placer de poder saborear ese fruto, único, era tomándolo uno mismo. Pero rara vez eran escuchados. Y quienes los escuchaban no conseguían aprender cuándo era el momento adecuado.
Ésta es la historia de aquel árbol, capaz de dar las manzanas más exquisitas del mundo, ignorado por las mayorías e incomprendido por aquellos deseosos de sus frutos.

Sobre como el hombre conoció la lealtad.

El otro día estaba caminando por la ciudad y vi una imagen que se repite en todas las ciudades de nuestro país. Un linyera con su perro. Nunca conocí una relación mas fiel que esa, creo que fue por eso que me acerque para cambiar dos palabras con el amigo. Mientras hablabamos, el perro siempre se mantenía fiel al lado de su compañero de ruta. Le pregunte el nombre y me dice "se llama pachorra y es mas bueno que el pan. ¿Queres escuchar una historia?" Intrigado asentí con la cabeza. A continuación se encuentra el relato que me regalo el buen hombre.

"Cuenta la leyenda que en el principio de los tiempos un hombre deambulaba por un bosque. Estaba desesperado, solo buscaba alimento y algún tipo de refugio natural, algo que lo protegiera ante la inclemencia del clima.

Lamentablemente una feroz tormenta eléctrica se desató sobre todo el bosque. Los truenos y los relámpagos se fundían en un espectáculo admirable pero también tenebroso. La lluvia no paraba, donde el hombre miraba un árbol se partía en dos y caía sin remedio al suelo.

Él corría. Trataba de esquivar las ramas que se desprendían con asombrosa facilidad del tronco de los arboles.
El bosque temblaba, las fieras que lo habitaban estaban en un estado máximo de alteración, no se avizoraba un final para tamaña tormenta. En un momento el hombre miró al cielo y pidió clemencia a los dioses. Pero fue justo en ese momento que un rayo se abrió camino entre las nubes y el espesor del bosque para caer con toda la furia sobre su ser.

El hombre quedo inconsciente, arrojado a su suerte, presa fácil para las fieras que deambulaban por el lugar. Pasaban las horas y el hombre no podía despertar del estado onírico en el que se encontraba. Soñó con un bosque enorme, con arboles frondosos, cuyas copas parecían escalar hacia los cielos.

Divisó una tormenta que se abría camino en el horizonte. También observó el accionar de las fieras. Algunas buscaban sus crías para resguardarlas en las madrigueras, otras se escapaban corriendo sin rumbo fijo. Pero hubo algo que captó su atención.

Ocultándose entre los arboles una de las fieras lo contemplaba, estudiaba cada uno de sus movimientos, pero no se acercaba, siempre mantenía una distancia prudencial. En ese momento un rayo cayó sobre el hombre fulminándolo y arrojándolo al suelo.

La fiera corrió a socorrerlo, con el hocico lo tomo con suma delicadeza de una pierna y lo puso bajo cubierto en una especie de cueva que se escondía entre dos arboles y que el hombre no había llegado a visualizar.

En ese momento el hombre despertó. Estaba atontado, los oídos le zumbaban y tenia una profunda herida en uno de sus brazos producto de una rama que se le había incrustado a la altura del codo. El lugar en donde se encontraba era oscuro, se veía una luz adelante y lo que parecía ser el bosque.

Recordó el sueño con una extraña nitidez, las imágenes se fundían unas con otras y todo le parecía demasiado real. Pensó en lo último que recordaba y comenzó a preguntarse como llego a esa especie de cueva que lo protegía en ese momento. De pronto escuchó una especie de gruñido, se incorporó y vio dos ojos que se asomaban en la oscuridad.

Nunca temió. Se acercó y entendió que lo que tenia a su lado era un lobo y que este maravilloso animal había sido el responsable de su salvación. El animal se acercó y se echó a su lado. Esperaron juntos que pase la tormenta.
Continuaron sus caminos, pero ahora lo harían juntos, serían compañeros por siempre, el hombre siempre agradecido de que el noble animal lo había salvado y el animal consciente de que debía estar siempre presente para asistirlo.

Pasaron las eras y hoy el lobo se hizo perro. Pero el espíritu sigue siendo el mismo. Donde haya un hombre que camine perdido y asustado siempre habrá un perro que lo acompañe y lo guié por la vida."

jueves, 23 de septiembre de 2010

Iluminaciones

Se sentó en un banco, al sol; a pasitos de la ochava que da a la entrada de la panadería.
Prendió un cigarrillo:
“¿Cuántas tonalidades de cielo azul serán posibles de contemplar?” pensó
Imposible calcularlo.
“Infinitas” se dijo para sus adentros, como sacándose de encima un cántaro lleno de agua.
Terminó su cigarro y volvió a sumergirse en las profundidades de la rutina.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Agradecido I

Nuestro hombre terminó su puro, se puso de pie y saludó a los cortesanos:

- ¡Que os vaya bien!, que la bendición del todopoderoso recaiga sobre vosotros como un halo dorado de luz, y que vuestras almas se llenen de poesía contemplando el día y la noche. Si sois pacientes, al atardecer sentiréis en vuestro pecho el calor brindado por la satisfacción de la tarea realizada.
Menuda alegría experimentan los humildes de corazón, extraño júbilo invaluable que vosotros, mis amigos poseéis en abundancia. ¡Buen día!

- ¡Gracia' Roberto!, nos vemos che! - replicaron a coro sus compañeros de la obra en construcción.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Delicias aromáticas de la vida real presenta:

Usos y abusos de la ecología

El primer verano, a altas horas de la siesta, cuando el sol incendiaba el castillo, la reina interrogaba a su marido por el olor putrefacto que quemaba sus fauces.
-Los ladrillos también se hacen con bosta –le respondía Él.

cosa e negro II

Imposible divisarlo en la negrura de la noche.
Teme la oscuridad.

Cosa e negro

Nadie lo vio venir en la unánime noche.
De hecho, no venía.

Pequeñas delicias de la vida conyugal presenta:

Concha con tuco
Al Negro Nielsen,
A su presencia radiante,
A su ausencia invicta.
A su pluma escatológica.

Hicimos el amor
Por donde Dios no manda.
Hicimos el amor, mi amor
Por donde Dios no manda.
Ay menos mal, mi amor
Que el culo no menstrúa.
Ay menos mal, mi amor
Que el culo no menstrúa
Porque vos sabés que a mí mi amor no me gusta que se me embadurne la batata.
Porque vos sabés que a mí… se me embadurne la batata.
Igual se embadurnó, mi amor
Igual se embadurnó, mi amor
Igual se embadurnóóóóó
Se embadurnó con caca.

Concha con tuco, mi amor
Concha con tuco
Concha con tuco, mi amor
Concha con tuco

Hicimos el amor, mi amor.
Hicimos el amor, mi amor.
Hicimos el amoooooor
Por donde Dios no manda.

Pequeñas delicias cotidianas presenta:

Cuando al fin se vieron,
después de años y años,
No se saludaron.
No se habían visto en la puta vida

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Arjuna

Cuentan que en la antigua orden del loto invisible, durante milenios, cada hombre forjaba su espada en una gran caldera de hierro.

Bautizados ancestralmente en la no-violencia, ellos sabían (saben) que jamás utilizarían sus espadas. Algún día, la técnica de depuración en el fuego será utilizada por toda la humanidad. Será el fin de las trivialidades.

martes, 14 de septiembre de 2010

Cables pelados...

La maraña de cables que encontró Diego detrás de la tapita de la luz no le parecio algo normal. Pensó que algo estaba mal, pero recurrió al sentido común y empezó a separar los cables y a seguir el recorrido que hacían por la pared.

Se sorprendió cuando notó que uno parecía no tener un origen definido y además estaba pelado en varios sectores. Se metía entre los ladrillos y desaparecía. Midió la tensión y ese cable efectivamente no poseía corriente. "Yo lo corto" le comentó a su cuñado.

"No hagas eso! lo mas probable es que ese cable sea el que sostiene el delicado equilibrio en el que se encuentra este universo! Si lo cortas, la antimateria se esparcirá y todo el planeta se convertira en un agujero negro gigante que consumirá todo lo que conocemos!" Le dijo el cuñado mientras reventaba en una carcajada.

Diego procedió a cortar el cable, hecho que derivó en el triste e inexorable final para él, su cuñado y el resto de los seres y cosas de su universo, que fueron consumidos por un agujero negro gigante que surgió de la pared de su propia casa...

lunes, 13 de septiembre de 2010

Pena de vida para todos

Hubo una época en la que fui libre. Pero libre de verdad. En un momento estaba dentro del Sol, también en los anillos de Saturno. Visitaba una supernova, un átomo de azufre. Ni el tiempo ni el espacio eran límites para mí. Sólo era un ente, capaz de hacer absolutamente todo lo que se me ocurriera.
Hasta que un día me encerraron en el cuerpo de un bebé humano del planeta Tierra y me dieron noventa y dos años de vida de condena. ¡Cuán lejos y cuán cerca estoy de cumplirla!
Espero poder dejar en este sitio una marca que insinúe mi presencia luego de haberme ido. De manera de seguir habitando esta cárcel en otros cuerpos. Tantos y tan intensamente como fuera posible.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Caballo cartonero

Cuando nací, mi destino ya estaba escrito. Arrastraría un carrito durante largas horas, todos los días.

Todavía recuerdo con nostalgia aquella época de mi niñez en la que mi madre me abandonaba para ir a trabajar. A ella la habían comprado unas personas precisamente para que arrastrase un carro grande, de madera, con dos ruedas. Yo me quedaba atado a una estaca. Anhelaba el día en el que, en vez de quedarme girando en círculos, pudiera salir a llevar a mis dueños a recorrer la ciudad.

Hoy llueve y debo salir. El agua hace más frío el frío. El piso se hace más resbaladizo. El látigo duele más. El carro se hace más pesado. ¡Ojalá fuera un Audi A4!

martes, 7 de septiembre de 2010

Decálogo del futbolista frustrado parte III

El lugar el mismo de siempre. La protagonista ella, siempre redonda (a veces ovalada, dependiendo del paso del tiempo). De un lado los cinco nuestros y del otro los cinco de ellos. Pero entre los cinco de ellos esta él. Ya saben de quien hablo, de nuestro protagonista.
El hombre que no se enteró que el tiempo biológico tiene la costumbre de continuar su paso. Si, ahí estaba él, estirando, preparando sus músculos para una nueva batalla.

Comienza el encuentro y para terminar con la monotonía silenciosa con la que se desarrollaba el encuentro, lanza al aire un "MUEVANSEEEE vamossssss!!!" Nada nuevo bajo el sol hasta aquí.
El partido se fue consumiendo entre los errores y los aciertos, los goles y las atajadas. Pero al final se produce el evento conmovedor del día, una muestra más de la desatinada forma de entender el futbol que nuestro crack tiene.

Les relato el evento en cuestión. Jugada final del encuentro, un compañero se muestra para recibir un pase de espalda y con doble marca, le llega el balón y antes de que pueda recibirlo comienza nuestro héroe moderno a proferir gritos desmedidos que rezaban lo siguiente "DESCARGAA NO TE ENCIERRES!!! DESCARGAAAAAAA", como si fuera facil hacerlo cuando estas encerrado contra la pared y con dos buitres come pelotas que te marcan.

Suena la chicharra y pese a que el marcador lo favorecía ampliamente se acerca con una mueca de disgusto al pobre ser humano que cumplía la engorrosa tarea de ser su co-equiper y le explica todo lo malo que tiene la vida del futbolista frustrado. El pobre pibe huyó despavorido para evitarse y evitarle esa escena innecesaria.

Pero nuestro prócer del futbol de oficina no sería quien es sino hiciera lo que a continuación hizo. Se quedó con la pelota y mirando a otro compañero que estaba cerca, le dice: "es que estos pibes no entienden, le tenes que explicar todo... yo lo aprendí hace 25 años cuando tuve un técnico en la novena en un club de la liga que me enseñó que hay que descargar rápido en el futbol!".

Lamentablemente nadie lo escucho... y las luces comenzaron a apagarse... y quedaron solos en el medio de la cancha... ella ovalada, el un frustrado... la vida no ha sido para nada buena con ellos.

Pero a no entristecer que en el próximo capítulo habra muchísimas mas enseñanzas y heroicas hazañas del hombre que cuando juega al fulbo con lo pibe, lo juega con máxima concentración, en movimiento y con sorpresa!

No me agarra señal!

xHola!
-Eh? No te escucho!
xTe digo que te dije hola
-Que carajo me decissss no te entiendooo.
xPero sos boludo vos? Te estoy diciendo que te dije hola.
-No definitivamente hay algun problema en la linea, anda para afuera que tenes mas señal.
xA ver ahora, me escuchas?
-Ahh ahora sí!
xBueno, hagamos rapido que la tecnologia nos abandona en cualquier momento. Me pasas con Mirta?
-Que Mirta?
xComo que, que Mirta? Mirta! tu mama!
-Mirta? Mi mama se llama Roberta!
xUhh perdon entonces, numero equivocado...

El gran Ben

Las horas cansadas de Benny, expresadas por el soporífero andar de las agujas de sus relojes.
Nadie sabe dónde vive, incluso si realmente vive.
Cuentan que durmió durante tres siglos y un día simplemente despertó.
Gamusino humano, los joyeros antiguos atribuían a Ben el retraso de los relojes.
Quizá sigue durmiendo, y el tiempo que vivimos hoy es mil veces más lento que décadas atrás.
¿No observaron el letargo otoñal de una rama mecida por el viento?

lunes, 6 de septiembre de 2010

El equilibrista

-¿Cómo es que usted se anima a practicar esto desde semejante altura?

-Le cuento. Yo comencé a hacerlo desde apenas dos metros por encima del suelo. Primero tuve que aprender las técnicas y luego adquirí la práctica. Me he caído varias veces durante el período de aprendizaje, pero estaba lo suficientemente cerca del piso como para no lastimarme.

-¿Y no le resultaba aburrido?

-Pues sí, claro. Pero estaba aprendiendo. Mi maestro me decía que lo hiciera con pasión y dedicación cuando me observaba desanimado. Yo no le hacía mucho caso. Un día me desafió a atravesar la cuerda desde los diez metros y sin red protectora. Como me creí capaz de hacerlo, allá fui. Había comenzado bien, pero cuando me percaté lo lejos que estaba del suelo me inundó un miedo atroz. Sentí cómo el viento que soplaba allí arriba comenzaba a balancear la cuerda, perdí el equilibrio y me precipité a toda velocidad. El golpe fue muy fuerte. Por suerte sólo me fracturé una pierna.

-Me imagino que le habrá dolido mucho. ¿Cómo hizo para volver a la actividad?

-Sí que dolió. Me llevó más de un año de recuperación antes de poder practicar nuevamente. De todos modos ese tiempo me sirvió para reflexionar. Comprendí que el proceso de formación es más lento de lo que uno desea que fuera. Y cuando mi maestro consideró que ya no debía enseñarme más nada me dijo que, de todas formas, tenía que seguir aprendiendo cosas hasta el fin de mis días y que no dejara de exigirme continuamente. Me explicó también que, tanto en ésta disciplina como en la vida, hay que mantener el equilibrio, disfrutando de lo que se está haciendo a cada momento. Pero que sepa que cuanto más compleja sea la tarea a desarrollar mayor será la felicidad obtenida ante el cumplimiento de la misma. Así que aquí me tiene; haciendo equilibrio a trescientos metros de altura. Espero, algún día, llegar tan alto como para necesitar de un tubo de oxígeno a mis espaldas por la escasez del mismo en el aire…

-Gracias por el tiempo dedicado a la entrevista, espero que su mensaje le sea de utilidad a quien lo reciba.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Pequeñas delicias del andar sereno presenta:

Eructó.
Cuando se disipó el olor a chorizo
Ya no estaba allí.

Pequeñas delicias del transporte público presenta:

Como un mechón de pelos de un sobaco, una planta cuelga del edificio de ladrillos vistos. Nace en algún lugar impreciso del quinto piso, sube hasta el séptimo, y baja hasta rozar a los caminantes callejeros.
Dos asientos más allá un adolescente de cara grasosa y una docena de granos en ebullición observa la escena con expresión bufonesca. Su amigo sonríe junto al vidrio amarronado exhibiendo sus dientes cuya pestilencia sólo es disimulable por su tamaño excesivo. Nota algo raro en lo que ve, pero no se preocupa en pensarlo.
El de los granos amarillentos comenta:
-alguien plantó un clavel del aire y se colgó.
El de los dientes suelta una sonrisa equina, de burro, casi un relincho.
El semáforo da verde. Me bajo en la próxima.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Error de descodificación de contenido

-¡A comer!- Se escuchó la voz de la madre.
-¡Si te seguís portando mal te quedás sin compu!- Sonó en la cabeza del niño el grito de su progenitora.
Sin dudarlo, como buen chico, se limpió las manos y se sentó a la mesa tan rápido como pasan los momentos felices.

Nunca nadie supo que esa situación, tan normal (en apariencia), provino de un malentendido.

Pequeñas delicias del arte de escribir presenta:

Lo escribió para no perderlo,
Pero no pudo hallarlo.

Breves delicias artísticas presenta:

Resacas creativas

Al despertarse,

Supo que todo estaba en su lugar.

Lo buscó,

Pero sólo halló una parte.

Hoguera



He visto muchos fuegos, pero ninguno como el del otro día.

Mi amigo, en llamas…
Fue una locura, parecía una sinfonía.
Ardió durante horas, llamas hermosas como nunca las había visto,
todas las tonalidades posibles del fuego (todas) variando en cuestión
de milésimas de segundo.
Como decía, fueron varias horas, desde las cinco hasta el crepúsculo.
Me perdí en esas llamas que alguna vez fueron mías, y cuando volví
de esa rara embriaguez, sólo quedaban cenizas que se fue llevando
el viento…
una barbaridad…
tanta gente al lado y nadie se dio cuenta…

Pero cómo ardió!