sábado, 15 de enero de 2011

Último mensaje


En la inmensidad del Océano Pacífico me encuentro solo; flotando en un pedazo que queda de lo que era mi embarcación.

Una bestia marina, que en nada hace honor al nombre de las aguas en las que me encuentro, hundió mi barca junto con mis compañeros de travesía.

Espero que alguien encuentre este mensaje y acuda en mi ayuda antes de que sea demasiado tarde y me sumerja en la nada eterna.

domingo, 9 de enero de 2011

The Apollo programme was a Hoax

Como cada tarde de Agosto, Lawrence desplegaba sus alas para llegar antes de las siete al paquebote.
Los cormoranes lo observaban con recelo. Era un paseo de quince minutos realmente reconfortante.
Ya embarcado, rumbo a A2, releía el discurso que había preparado, la insomne noche de ayer, para la reunión del sindicato.
Transpiraba.
-Ése estúpido programa...- repetía una y otra vez.
Apolo. Era el nombre del único show (ficción social) que restaba derribar.
"...es el costo que debemos pagar... error como el del año 3087"
"...no queremos más... vida alienada... costo..." fragmentos de su anotador.
Dos días mas tarde, los alados tomaron el estudio, desactivando así el complejo aparato de ondas hipnóticas que mantenía al mundo enajenado.
La civilización despertó (cíclicamente) otra vez...
"El último foco de resistencia a la A ha sido desactivado" rezaba el telegrama del sindicato.
Vamos por un trago, le dijo Lawrence al reptil.


El título fue extraído de la banda Refused, del disco "The shape of punk to come"

viernes, 7 de enero de 2011

Humorada: "Los principios del hombre posmoderno"

Walter corría desnudo por la autopista Bs. As. - La Plata rumbo a Burzaco.
Llamaba a una fulana Raquel, gritaba su nombre como un condenado.
Llevaba un ficus en la mano izquierda y un termo roto en la derecha.
- ¡¡¡Degenerado!!!- le agitó una vieja que pasaba en un corsa.
- Naturista, enamorado y atleta, señora- rectificó Walter

miércoles, 5 de enero de 2011

Sandokán

En un poblado de la Malasia vivía un hombre que desafiaba a la noche.
- ¡Vení, hija de puta, vení! le decía. Y ella venía, incansable, al caer el sol, desafiante, haciéndolo sentir un idiota, con su kriss en mano, en medio de la oscuridad.