martes, 24 de agosto de 2010

Efímeros

Oscuridad. Mucho ruido en el ambiente. Nace una criatura.

Al poco tiempo ya camina. Se pasea por la habitación que no abandonará en su vida esquivando las pisadas de personas tan altas que no alcanza a divisar dónde terminan.

En medio de ese barullo encuentra una hembra de su misma especie. Se aparean. Ella da a luz y muere aplastada. No era el amor de su vida pero le bastó para reproducirse.

Él está gozando de sus últimas bocanadas de aire cuando se ilumina la sala. Comienza a disminuir el volumen de la música. La gente se va.

Muere antes de que se vacíe la discoteca. Fueron treinta y dos minutos de vida demasiado largos. Su especie continuará gracias al aporte de nuevos Curius Vergelius de dos milímetros de alto y poseedores de hermosas alas que no le sirven para volar.

2 comentarios: