martes, 17 de agosto de 2010

Exordio (*)

De soñadores errantes, de cuentos sin nudos. Puro comienzo, todo final. En tiempos sin rumbo rompió la cadena. Quiso ser pájaro y no salió bien. Sus alas se quemaron ni bien tomó vuelo. Derrapó en un campo de espinas que no duelen en la piel.


(*) La cooperativa del absurdo... en colaboración, María.

No hay comentarios:

Publicar un comentario