domingo, 29 de agosto de 2010

Predicción

-¿Por qué? ¿Por qué todo me pasa a mí?- Preguntaba el niño desconsoladamente, pues sentía que todas las fuerzas del mundo obraban en su contra.
-No es nada, a los demás también le pasa lo mismo.- La persona mayor que lo acompañaba, destinatario de la queja, intentaba tranquilizarlo.

-¿Por qué me tiene que pasar a mí?- El adulto se preguntaba tiempo después.
-Sabías que las probabilidades de que esto pasara eran muy altas. No podrías haber hecho ni puedes hacer nada. Las consecuencias hubieran sido catastróficas.- Le contestaba su costado racional en un intento de calmarle la tristeza.
Pero éste sabía que no existía consuelo en el universo ante semejante dolor. Ni siquiera el hecho de saber que lo ocurrido llevaba felicidad a una cantidad mayor de personas que su insignificante ser.
Tal vez la "democracia sentimental", en la que se benefician las mayorías, no sea la mejor solución, pensaba.

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