jueves, 24 de febrero de 2011

Busco una madre.

Busco una madre.
Sabía que tenía una amiga, pero nada más. Ahora ella me llamaba, tenía algo para darme. Era una caja con cartas escritas por mi vieja. En todas se destacaban sus enormes virtudes. Las fui leyendo entre llantos y risas, y las fui dejando sobre la cama. La última, envuelta en un sobre verde, tenía una exhortación: “No la guardes, quémala”. Era más larga que las otras. Casi una especie de autobiografía en la que aseguraba que siempre supo que pasaría a la gloria y que, por ende, sus cartas se darían a conocer. Sus otras cartas habían sido escritas para esa posteridad minuciosamente construida. Esta, en cambio, las contradecía. Se sinceraba, en el ocaso de su enfermedad, con su amiga de siempre, pero al final repetía la orden inicial: QUÉMALA.
Recogí las cartas que habían quedado desparramadas por la cama de mi vieja y acomodé las sábanas. Antes de salir miré otra vez la habitación. La radio de madera, los libros viejos, el tibio encendedor.

2 comentarios:

  1. Muy bueno, hasta me hizo llorar, pero no entiendo lo de las cartas...
    Muy bueno en serio

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  2. Pollo al Spiedo:
    1 Pollo
    1 Spiedo
    Mezclar todo y listo!
    Encontrá recetas simples y fáciles en nuestro blog!
    Afectuosamente, Alexis.

    www.el_pene_de_obama.blogspot.com

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