Este mundo del que les quiero hablar, es un espacio etéreo, insoportable morfologicamente hablando. Un lugar donde la gravedad nos prohíbe volar y si aun así logras levantar los pies de la tierra seguro viene algún gil y te pega un gomerazo y te hace volver al piso. Quizás mis palabras no se entienden porque debo admitir que este no es su objetivo. Ellas se someten a la voluntad artificiosa de un genio maligno cartesiano que las impregna de maldad e intolerancia.
Pero no es mi deseo embaucarlos con una historia de tinte trágico, sino mas bien por el contrario quizás tal vez sea esta una oportunidad única en la que puedo yo demostrarle a varios cientos de miles de millones lo inverosímil de la palabra humana. Esto es lo que tengo para decir por lo menos por ahora. El que así no lo entendiese que se ponga a mirar sus entrañas.
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