martes, 26 de octubre de 2010

El niño sueña, goza, recibe la paliza

Soñaba. Soñaba y en el sueño sonreía. Pero sonreía sarcásticamente. Como quién se ríe de un acto que no permitiese la sonrisa. Como escondiéndose en el sueño a que lo vean. Si estuviera despierto, seguramente se taparía con las sábanas para no ser visto. En el sueño, corría. En la carrera se desprendía de su remera. se quitaba los zapatos de manera dificultosa. Saltando sobre un pie iba quitándose una media, para luego cambiar de pierna y proseguir con el otro calcetín. Y la carrera continuaba. Cuando parecía que llegaba a su destino, se sacaba su pantalón. Ya casi mojándose los pies con la espuma tomó sus calzones y los tiró hacia abajo. Desnudo sintió el frío tocándole las bolas. Y sonreía. Se despertó meado.

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