lunes, 11 de octubre de 2010

Despertar del letargo

Nunca fue muy feliz. Su existencia siempre osciló entre la decepción y la mediocridad. Pese a esto todos le auguraron un gran futuro. Cuando era pequeño decían que era inteligente, que le sobraba para poder asegurarse un gran futuro, para abrirse camino en el competitivo mundo del trabajo.

Él los escuchaba y no entendía muy bien lo que querían decir, pero con paciencia oriental esperaba su momento. Cuando creció decepcionó a todos. Nunca fue el genio de las computadoras que todos creían que iba a ser. Tampoco un gran periodista deportivo. El solo fue lo que quiso ser.

De grande reflexionó sobre su ser y su vida. Entendió que siempre fue feliz. Porque la linealidad de su vida, el tono grisáceo que los demás creían ver en su existencia de hoy desaparecía una vez que la pelota se ponía a rodar.

Así es, algo tan mundano y vulgar como el futbol es la fuente de su alegría. Toda la semana era una excusa para que llegue el fin de semana, momento en el que el balón se hace su amigo y él se siente protagonista de algo inmenso. Una experiencia sensorial única.

Jugar al futbol, compartir una cancha con otros 10 tipos que quieren lo mismo que el, trabajar en equipo, generar un vínculo ideal con otro ser humano. Eso es lo que quiere, jugar y olvidar lo mediocre que puede ser la vida humana.

2 comentarios:

  1. Vin es gasolero (diesel)13 de octubre de 2010, 6:35

    Cada uno con sus momentos de gloria, lo que da sentido a su existencia, me acuerdo en "rápido y furioso" cuando vin diesel dice que en esos diez segundos que tarda en acelerar hasta 100 se siente libre "i'm free".
    Punk rock!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  2. De eso se trataa!! el futbol y la felicidad van de la mano..el futbol es vida...de ahi los mejores amigos y las mejores experiencias..Buen cuento...de verdad..

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