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Que empiece el baile...
jueves, 3 de marzo de 2011
Ocaso
Aquella tarde el sol le hincó los dientes al no poder despertarlo.
Señor o Sra. Cerrajero. Quiero contarle lo que me pasó el otro día y ver si usted puede darlo a conocer en forma de cuento. No me pregunte cómo, pero maté a mi vieja. Cómo decirle, le vi los ojos ateridos, ya vasi vacíos, el asma asaltándole la garganta, y la desconecté. Compré un paquete de Viceroy, lloré en la plaza acariciando un perro y llamé a Susana de Avellaneda para despejarme un poco. Antes de volver a casa, me metí en uin cíber, hallé su blog y es a usted a la primera persona que me dirijo. Tengo miedo y siento que mis huesos empiezan a traicionarme
Gracias Osvaldo! Estamos trabajando en ello. La última vez que fumé Viceroy me dolió la cabeza. Cómprese una patoruzú y deje el caso en nuestras manos. Cambio y fuera.
Señor o Sra. Cerrajero.
ResponderEliminarQuiero contarle lo que me pasó el otro día y ver si usted puede darlo a conocer en forma de cuento.
No me pregunte cómo, pero maté a mi vieja. Cómo decirle, le vi los ojos ateridos, ya vasi vacíos, el asma asaltándole la garganta, y la desconecté. Compré un paquete de Viceroy, lloré en la plaza acariciando un perro y llamé a Susana de Avellaneda para despejarme un poco.
Antes de volver a casa, me metí en uin cíber, hallé su blog y es a usted a la primera persona que me dirijo. Tengo miedo y siento que mis huesos empiezan a traicionarme
Gracias Osvaldo! Estamos trabajando en ello. La última vez que fumé Viceroy me dolió la cabeza. Cómprese una patoruzú y deje el caso en nuestras manos. Cambio y fuera.
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