sábado, 15 de octubre de 2011

El pecado original Versión 2.0

Hoy sentí que era un día hermoso para reciclar barbarie.
Antes del comienzo del partido abrí el tercer cajón y saqué una foto. La doblé en cinco pliegues y la herví a baño maría.
Los recuerdos gaseosos paseaban por la casa pero su carga emotiva se desvanecía, tal como se desvanecen las impurezas de una papa trozada en una olla de agua al fuego.
Un doctor que retoñaba por la vereda inhaló un poco de angustia al vapor y acto seguido echó a llorar densas gotas melancólicas, justo frente a la plaza.
A un militante que llevaba una bandera azul ésto le pareció una pelotudez.
A mi, que no soy metódico, se me pasó el agua para el mate.
A una flor que residía a los pies del doctor le cayó una gota nostálgica que sorbió la raíz, para así nutrir al torrente de savia rosa-acartonada, dando orígen al famoso grano de polen apático.
Una abeja que por allí pastaba se alejó del rebaño y degustó el polen. Al cabo de unos días, la desesperada abeja consultó en el panal a la abeja psiquiatra, y ésta le recetó miel descafeinada y desmielizada.

Todos los seres vivos supieron del orígen de estos desequilibrios y resolvieron encanarme, pero para ese entonces el mundo ya se había descontrolado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario