viernes, 3 de diciembre de 2010

Solitario ¿final? *

Pensó en todo lo vivido para llegar hasta ese lugar. En su esposo y sus dos hijos. En como murieron. Maldijo a su perra suerte. Respiró hondo. Agarró el arma, chequeo que este cargada y se dio fuerza. Rezó, si, justo ella rezó, pero quizás Dios ya no estaba escuchando. Se había cansado de los humanos.
Corrió hacia la puerta. Los sonidos que provenían desde la otra sala eran terroríficos.
Un escalofrió recorrió su cuerpo, pero no se detuvo. Empujó la puerta con una salvaje patada y tuvo un instante para observar lo increíble de la escena. Se convenció como lo hacía hace tres semanas de que eso era real y no una extraña pesadilla. Arremetió con furia contra la horda de zombies que solo querían devorarla.

*El autor quiere hacer la salvedad de que se está obsesionando con el tópico zombies, que sepan disculparlo.

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