viernes, 24 de mayo de 2013

Palabras

Entró apurado al bar y pidió un cortado.
Le trajeron una cabeza y un torso chorreando sangre.
- ¿Dónde está mi media luna?
- Lo lamento señor, no tenemos, hoy hay luna llena.
-¿Y entonces qué voy a comer? ¡Resuélvalo ya! Estoy muy apresurado, tengo mucha prisa.
- Entiendo, no necesita ser redundante. Usted está apurado y yo estoy supurando... la importancia de las palabras, no?
- A mi no me importan las palabras, ¡y menos que esté usted supurando!
- Debería importarle, porque cayó algo de pus en su cortado.

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